Background Image
Table of Contents Table of Contents
Previous Page  52-53 / 536 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 52-53 / 536 Next Page
Page Background

EL CUERPO HABLANTE

X Congreso de la AMP,

Río de Janeiro 2016

53

52

“Lacan dice entonces que el efecto natural de los simbólico sobre el

parlêtre

es la

debilidad, es el extravío, es el embrollo, del que se puede, sin embargo, salir, a

condición de poner en forma la debilidad, y entonces es el delirio.”

p. 212

“El Seminario ‘El momento de concluir’ produce un clivaje, por un lado el

individuo afectado de inconsciente, es decir, el

parlêtre

y, por otro lado, el sujeto

de un significante.”

p. 226

“El

parlêtre

es una categoría que incluye el cuerpo, de tal modo que no alcanza,

en el análisis, con evacuar el cuerpo diciendo que es un residuo. El cuerpo es,

por el contrario, cuando se trata del

parlêtre,

algo fundamental.”

p. 245

Sutilezas Analíticas

(2008 – 2009). Editorial Paidós, Buenos Aires,

2011

“Esta es una propiedad fundamental del

parlêtre

: la causa de su deseo depende

siempre de un encuentro, su goce no es genérico, no se debe a la especie; la

modalidad propia de su goce obedece en cada caso a una contingencia.”

p. 37

“Y en esto Lacan reconocía el verdadero psicoanálisis, que es el que admite

los efectos del lenguaje en la enfermedad intrínseca del ser humano como ser

hablante y como ser hablado, como

parlêtre.

p. 38

“(…) el sujeto que habla es también un sujeto hablado. De ahí el neologismo

de Lacan

parlêtre

, un ser hablado hablante. Este adquiere una densidad especial

que permitiría decir que el

parlêtre

es el conjunto de esta articulación: (…) y el

producto de la articulación. Esta articulación S1– S2 no es necesariamente la

suya, por el contrario, es incluso primordialmente la del Otro.”

p. 89

“La verdad es que, para el

parlêtre

, el efecto de encuentro es instantáneo. Todo

responde al acontecimiento, que debe ser encarnado, que es un acontecimiento

corporal –según la definición que Lacan da del

sinthome

–. El resto, en la mayoría

de los casos, son preparativos necesarios.”

p. 103

“Un analista sería alguien que sabría medir la distancia entre verdad y real, y

de este modo sabría instituir la experiencia analítica, esto es, la

histerización

del discurso. Simplemente –y para anunciar aquello con lo que trataré de

continuar–, ya no es el pase del sujeto del saber, es el pase del

parlêtre

. Y el pase

del

parlêtre

no es el testimonio de un éxito, sino de cierto modo del fracaso.”

p. 135

“Necesitó diez años más para presentar el

parlêtre

, que es sin duda el ser, que

no es ser sino por hablar –cuando no se habla, no se es un ser – (…) el ser que

habla su goce

, cuyo goce es la razón última de sus dichos. (…) El pase del

parlêtre

no es, pues, el testimonio de una travesía del fantasma, sino la elucidación de la

relación con el goce, de cómo el sujeto cambió respecto de lo que no cambia,

su modo de gozar, y cómo se elaboraron para él las variaciones de su verdad, su

camino de mentira.”

p. 146-147

“Una vez atravesada la ventana del fantasma, lo que se manifiesta no es la

libertad de un sujeto barrado, vacío. Más allá de la ventana del fantasma, está lo

que llamaré, para concluir,

la prisión

del

parlêtre.

p. 162

“El

parlêtre

, un sujeto que habla y que es hablado, está en relación con un

cuerpo, al cual Lacan se abstuvo, además, de dar una letra. No hizo de este un

matema, abandonó sus matemas por los nudos, que quizás también lo sean pero

con un configuración muy diferente.”

p. 191

“En otras palabras, hay para el sujeto, y más exactamente para el

parlêtre,

lo

imposible de negativizar, un positivo absoluto, que designamos goce, y que

se asemeja a la libido freudiana, pero a diferencia de esta, que se desplaza,

permanece.”

p. 248

“El cuerpo, la entidad cuerpo, es lo que hay que suponer para que el goce tenga

un soporte. De aquí los reparos al concepto de sujeto del significante, y que

Lacan se vea llevado a conceptualizar al paciente en la experiencia analítica como

un

parlêtre

(es lo que lo obliga a reintroducir el ser en el candelero).”

p. 250

“(…) en ese que ya no llamamos sujeto sino

parlêtre

, el cuerpo mismo, su

cuerpo, no está antes del significante, no es una realidad anterior al significante.

(…) Tiene su cuerpo como un bien, una propiedad, un objeto que se trata bien

o mal, que se desdeña, se abandona o se arregla. Los cuidados prodigados o no a

ese cuerpo denotan el valor inconsciente que se le atribuye.”

p. 284

“(…) el goce del que el

parlêtre

es capaz es siempre el que no hace falta. Del goce

siempre se puede decir en latín

non decet

(no conviene), y es que el único que

convendría sería el de la relación sexual, que no existe. (…).”

p. 288

“(…) No existe nada de lo que entra en la esfera del interés del

parlêtre

en lo que

no se pueda ubicar un goce. Parafraseando a Leibniz, podríamos decir que

Nada

es sin goce.”

p. 289

“Así, el goce puede ser acorralado en todas las manifestaciones del interés, y

vemos que nada subsiste para el

parlêtre

que no tenga su coeficiente de goce. Por

eso la formación del síntoma es coextensiva de su emergencia.”

p. 290

Jacques – Alain Miller