

EL CUERPO HABLANTE
X Congreso de la AMP,
Río de Janeiro 2016
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“Lacan dice entonces que el efecto natural de los simbólico sobre el
parlêtre
es la
debilidad, es el extravío, es el embrollo, del que se puede, sin embargo, salir, a
condición de poner en forma la debilidad, y entonces es el delirio.”
p. 212
“El Seminario ‘El momento de concluir’ produce un clivaje, por un lado el
individuo afectado de inconsciente, es decir, el
parlêtre
y, por otro lado, el sujeto
de un significante.”
p. 226
“El
parlêtre
es una categoría que incluye el cuerpo, de tal modo que no alcanza,
en el análisis, con evacuar el cuerpo diciendo que es un residuo. El cuerpo es,
por el contrario, cuando se trata del
parlêtre,
algo fundamental.”
p. 245
Sutilezas Analíticas
(2008 – 2009). Editorial Paidós, Buenos Aires,
2011
“Esta es una propiedad fundamental del
parlêtre
: la causa de su deseo depende
siempre de un encuentro, su goce no es genérico, no se debe a la especie; la
modalidad propia de su goce obedece en cada caso a una contingencia.”
p. 37
“Y en esto Lacan reconocía el verdadero psicoanálisis, que es el que admite
los efectos del lenguaje en la enfermedad intrínseca del ser humano como ser
hablante y como ser hablado, como
parlêtre.
”
p. 38
“(…) el sujeto que habla es también un sujeto hablado. De ahí el neologismo
de Lacan
parlêtre
, un ser hablado hablante. Este adquiere una densidad especial
que permitiría decir que el
parlêtre
es el conjunto de esta articulación: (…) y el
producto de la articulación. Esta articulación S1– S2 no es necesariamente la
suya, por el contrario, es incluso primordialmente la del Otro.”
p. 89
“La verdad es que, para el
parlêtre
, el efecto de encuentro es instantáneo. Todo
responde al acontecimiento, que debe ser encarnado, que es un acontecimiento
corporal –según la definición que Lacan da del
sinthome
–. El resto, en la mayoría
de los casos, son preparativos necesarios.”
p. 103
“Un analista sería alguien que sabría medir la distancia entre verdad y real, y
de este modo sabría instituir la experiencia analítica, esto es, la
histerización
del discurso. Simplemente –y para anunciar aquello con lo que trataré de
continuar–, ya no es el pase del sujeto del saber, es el pase del
parlêtre
. Y el pase
del
parlêtre
no es el testimonio de un éxito, sino de cierto modo del fracaso.”
p. 135
“Necesitó diez años más para presentar el
parlêtre
, que es sin duda el ser, que
no es ser sino por hablar –cuando no se habla, no se es un ser – (…) el ser que
habla su goce
, cuyo goce es la razón última de sus dichos. (…) El pase del
parlêtre
no es, pues, el testimonio de una travesía del fantasma, sino la elucidación de la
relación con el goce, de cómo el sujeto cambió respecto de lo que no cambia,
su modo de gozar, y cómo se elaboraron para él las variaciones de su verdad, su
camino de mentira.”
p. 146-147
“Una vez atravesada la ventana del fantasma, lo que se manifiesta no es la
libertad de un sujeto barrado, vacío. Más allá de la ventana del fantasma, está lo
que llamaré, para concluir,
la prisión
del
parlêtre.
”
p. 162
“El
parlêtre
, un sujeto que habla y que es hablado, está en relación con un
cuerpo, al cual Lacan se abstuvo, además, de dar una letra. No hizo de este un
matema, abandonó sus matemas por los nudos, que quizás también lo sean pero
con un configuración muy diferente.”
p. 191
“En otras palabras, hay para el sujeto, y más exactamente para el
parlêtre,
lo
imposible de negativizar, un positivo absoluto, que designamos goce, y que
se asemeja a la libido freudiana, pero a diferencia de esta, que se desplaza,
permanece.”
p. 248
“El cuerpo, la entidad cuerpo, es lo que hay que suponer para que el goce tenga
un soporte. De aquí los reparos al concepto de sujeto del significante, y que
Lacan se vea llevado a conceptualizar al paciente en la experiencia analítica como
un
parlêtre
(es lo que lo obliga a reintroducir el ser en el candelero).”
p. 250
“(…) en ese que ya no llamamos sujeto sino
parlêtre
, el cuerpo mismo, su
cuerpo, no está antes del significante, no es una realidad anterior al significante.
(…) Tiene su cuerpo como un bien, una propiedad, un objeto que se trata bien
o mal, que se desdeña, se abandona o se arregla. Los cuidados prodigados o no a
ese cuerpo denotan el valor inconsciente que se le atribuye.”
p. 284
“(…) el goce del que el
parlêtre
es capaz es siempre el que no hace falta. Del goce
siempre se puede decir en latín
non decet
(no conviene), y es que el único que
convendría sería el de la relación sexual, que no existe. (…).”
p. 288
“(…) No existe nada de lo que entra en la esfera del interés del
parlêtre
en lo que
no se pueda ubicar un goce. Parafraseando a Leibniz, podríamos decir que
Nada
es sin goce.”
p. 289
“Así, el goce puede ser acorralado en todas las manifestaciones del interés, y
vemos que nada subsiste para el
parlêtre
que no tenga su coeficiente de goce. Por
eso la formación del síntoma es coextensiva de su emergencia.”
p. 290
Jacques – Alain Miller